En la anterior entrada veíamos
como las estadísticas confirmaban el endeudamiento descontrolado de los
sectores más pobres de la población española para segundas y terceras viviendas
en la playa y BMWs. Le invito a leerla, son datos que he conseguido de primera
mano de Ana Botella gracias a la ayuda del pequeño Nicolás (de ahora en más
Nico).
Efectivamente íbamos a un banco y
nos daban la cantidad de dinero que nosotros solicitásemos. Qué tiempos
aquellos, yo una vez, cuando tenía 16 años, me hice con un millón de euros
porque me hacía ilusión un micro car. Necesitaba tan sólo 15 mil euros, pero el
banco insistió en que me llevase otros 985 mil para la excéntrica fiesta de San
Juan que estaba montando en el peñón del cuervo, Nico y yo queríamos mucho
confeti. Los tiempos han cambiado, los bancos ya no prestan. El otro día fui a
la oficina del Santander de Calle Larios con mi amigo Nico a pedir otros 20 mil
para las tetas de no sé quién, una, y nos dijeron que ni de coña, les
contestamos que nos diesen 50 mil en su lugar así pillábamos Audi. Nico
intervino, llamaron a seguridad.
Los tiempos han cambiado, menos
mal que ahora el PP está haciendo las cosas como “Dios manda” y volveremos
pronto a aquellos tiempos.
Si, mejor no. Aquellos tiempos
nunca volverán simplemente porque nunca existieron. No niego la burbuja ni el
sobre endeudamiento que se produjo, pero el cuento no es como nos lo están
vendiendo. Completamente distinto.
Empecemos la “casa por el
tejado”. Responsabilidades. ¿Todos? No, la culpa inmediata es de los bancos, de la mala regulación y la
gestión. Argumentos en relación a los bancos.
El banco para prestar dinero
necesita y usa dinero de alguien. Es decir, el banco en su concepción más
básica es un intermediario. Su finalidad es poner en contacto a los ahorradores
con los gastosos. Hacer que la demanda y oferta de dinero se encuentren. El
banco no presta su dinero, el banco presta el dinero de otros. De personas,
gestiona el dinero de personas. Para esta actividad utilizan a varias
economistas, matemáticas y estadistas, entre otro personal cualificado que sabe
cómo medir el riesgo y conoce el funcionamiento de la economía, o eso dicen. La
equidistancia que se empeñan a señalar entre bancos y clientes que solicitan
dinero es una falacia. Equiparar los medios y conocimientos en materia de
economía entre un banco y el supuesto obrero que solicita su tercera hipoteca
para adquirir la supuesta casa en la playa es absurdo. Por tanto, el que solicita el dinero no es el
responsable, el banco decide si dar o no el dinero ¡Ese es su trabajo!
El banco sabe que hay períodos de
“bonanza” y periodos de crisis económica ¿O acaso alguien piensa que está fue
la primera burbuja inmobiliaria de la historia? Lo que sucedió, y está
sucediendo, no es nuevo, no debería haber tomado a ningún economista por
sorpresa. Pero a cualquier otro ser vivo que no aprecie los encantos del
estudio de la economía, naturalmente, estás cosas le pillan por sorpresa. Y a
nadie le gusta la economía, tendrían que ver las caras de asco de la gente
cuando empiezo a hablar de economía.
Cuando los banqueros, medios y
políticos gritaban a cuatro vientos que “España va bien” a la cabeza del mundo.
A la cabeza de Europa, por encima de Francia, Reino Unido y Alemania. Mucha gente se lo creyó, pensaron que
tenían la suficiente estabilidad económica para adquirir su primera vivienda y
lo hicieron. Además, en aquel entonces los bancos vendían el cuento que
alquilar era de estúpidos (los gurus de la economía). “Usted paga 500 de
alquiler al mes, y por una hipoteca de 600 al mes puede adquirir el mismo piso.
Piso que dentro de unos años valdrá unos 20.000 euros más. Alquilar es tirar el
dinero, compre que es una inversión segura, si cambia de opinión siempre puede
vender y sacar una plusvalía, o como mínimo recuperar el dinero”. Y a nadie le
gusta sentirse como un estúpido, si el banquero te dice que podes tener tu casa
¿Vas a confiar en él? Claro que si, para algo nuestros gobernantes se matan en
que el sistema financiero nunca este
falto de confianza. Es tan importante el tema de la confianza… Pero no nos
desviemos. Los bancos tienen los medios y conocimientos del negocio del
crédito, el panadero, medico, ingeniero, camarera y maestra, no.
Por otro lado, si admitimos que los bancos
prestaban al primero que se le cruzase sin importar nada, hemos de admitir que son unos pésimos gestores. Yo no le daría mi dinero a una entidad que presta a desempleados para
comprar BMWs. Y si me entero que mi entidad hace eso, saco el dinero de la
misma antes de que lo quemen. Por tanto, si aceptamos está primicia de que "la culpa es de todos porque vivíamos la vida loca", admitimos que los bancos
no son de fiar y mañana debemos ir a sacar nuestro dinero antes que se lo
presten a otra unidad de carbono para que se lo gaste en la primera estupidez
que se le cruce por la cabeza.
Resumiendo, dos ideas. La primera
es que los bancos tienen los medios y conocimientos para no prestar tontamente
al primero que se cruce. Es más, tienen hasta leyes que les prohíbe está
práctica. La segunda, si se demuestra que los bancos hacían está actividad
deberían perder la confianza y los depósitos de todas las personas. Los bancos
gestionan el dinero de otras personas, no prestan el suyo, es su
responsabilidad gestionar dicho dinero de forma que su negocio a lo largo del
tiempo sea sostenible. Si hemos llegado a este punto es porque han cometido serios “errores”, que
rozan con la ilegalidad y entran de lleno con la inmoralidad, en la gestión del
dinero que no era suyo.
Por tanto, no sea creído y no se
adjudique la culpa de la situación económica actual. Ni deje que nadie lo haga.
Usted no tiene el intelecto, información y medios que tienen la suma
profesionales que dirigen el banco. La entidad decide cuanto se lleva, no
usted, y usted lo sabe porque siempre lo vivió así, por tanto no se crea que para
otros fue distinto. Que no le endilguen los marrones de otros, y no vote al PP.
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