Se puede tomar como punto de partida el episodio de Tulipomanía,
por el cual muchos libros empiezan, aunque aquellos que buscan analizar las
burbujas modernas empiezan por 1720 con las épicas burbujas de Mar del Sur y
Mississippi. Pero no es en 1636 el año en el cual aparece el escenario político,
económico y social ideal para el desarrollo de una burbuja. En la Antigua Roma,
en el siglo II antes de Cristo, aparentemente aparecen los primeros casos históricos
de especulación, claro que su documentación es escasa, y por tanto está
afirmación poco robusta. El Sistema Financiero, por poner un nombre contemporáneo,
romano de aquel entonces tenía muchas características comunes con el que se
desarrollo en Holanda en el siglo XVII y el existente en Londres del siglo
XVIII, y por tanto, comunes al sistema que tenemos en la actualidad:
- · Se permitía la libre transferencia de propiedad.
- · Se prestaba dinero a interés.
- · Los cambistas trabajaban con divisas extranjeras.
- · En territorio romano se podía hacer pagos con cheques bancarios.
- · Había seguros y créditos.
En el Foro, cerca del templo de Cástor se encontraba el IBEX
romano, el historiador ruso Mikhail Rostovtzeff lo describía “Multitudes de
hombres compraban y vendían acciones y bonos de compañías de recaudación de
impuestos, diversas mercancías en efectivo y a crédito, granjas y fincas en
Italia y las provincias, casas y tiendas en Roma y otras partes, naves y
almacenes, esclavos y ganado”.
En aquel entonces existían las sociedades por acciones que
hoy conocemos, bajo el nombre de “Publicani”. Estás eran cuerpos legales
independientes a sus miembros y su propiedad se dividía en partes. Contaban con
sus directores, cuentas públicas y reuniones de miembros. Había dos tipos de
títulos: acciones de los grandes capitalistas, “Socii”, y acciones más pequeñas,
“particulae”. Dentro de estas últimas existían aquellas que no estaban
registradas y, por consiguiente, se negociaban en un mercado informal, es
decir, hasta tenían mercados over the counter (OTC) en la Antigua Roma. En este
tipo de sociedades el Estado romano delegaba una amplia variedad de funciones,
desde la recaudación de impuestos hasta la construcción de templos (Milton
Friedman estaría contento, e imaginen todos los consejeros que podría enchufar
el PPSOE y el no pago de impuestos por la clase privilegiada que controlaría la
Hacienda Pública).
Naturalmente no existen registros de la evolución de los
precios de las acciones del IBEX romano anterior a Cristo (si alguien las tiene
que me las facilite), ni descripciones de la conducta del mercado de valores.
No obstante, por diferentes cronistas o citas, se deduce que los precios de
estas acciones fluctuaban. También por estas fuentes ya se encuentran
declaraciones desfavorables a este tipo de mercados, como la de Cicerón que
defendía que la compra de acciones era un juego deshonorable. También hay
afirmaciones que apuntan a que el mercado de acciones de las sociedades Publicani
no atraían sólo a gente acaudalada, en la medida que fuese posible, sino que
también llamaba la atención del resto del público en general, el cronista
griego Polibio señalaba que era tan amplio el espectro de concesiones que
tenían estas sociedades por el Estado, y que a su vez requerían el trabajo del
pueblo, que “apenas hay un alma, podría decirse, que no tenga cierto interés en
estos contratos y las ganancias que derivan de ellos”. Ahora, el alcance de
este interés y la participación de la clase no pudiente en este tipo de
mercados no podría precisar, aunque no es descartable que ante un episodio de
euforia especulativa iniciado por la clase privilegiada terminase involucrando
sectores de la clase no privilegiada, siendo al final está la clase más
afectada. Ha sucedido y volverá a suceder en el futuro.
La primera descripción de una crisis producto de la
especulación pertenece a los últimos años de la República. Petronio escribía
que la “sucia usura y la manipulación del dinero apresaron a la plebe en un
doble torbellino, destruyéndola […] la locura se extendía por su cuerpo, y las
tribulaciones la perseguían ladrando, como una enfermedad sembrada en la obtusa
carne”
Las crisis monetarias se normalizaron en siglo III cuando se
introduce el dinero fiduciario, papel moneda cuya base está en la confianza y
no en su valor, las crisis monetarias también se normalizaron. Algo también no
muy moderno.
Otra declaración antigua viene por parte del Consejo de
Milasa en Caria (actual Turquía), está lamentaba por la acaparamiento
especulativo de especias, “la seguridad misma de la ciudad es amenazada por la
malicia y villanía de unos pocos, que asaltan y roban a la comunidad. A través
de ellos la especulación ha entrado en nuestro mercado e impide que la ciudad
pueda satisfacer sus necesidades vitales, de modo que muchos ciudadanos, más
aún, toda la comunidad, sufren de la escasez”. Escasez producto de la
especulación y no por falta de recursos, un problema antiguo como vemos, ¿Razón
de dicha especulación?
Finalmente, durante la Edad Media este sistema financiero
moderno quedo abolido por razones ideológicas, religiosas y filosóficas. ¿Finalmente?
Fuente: Sálvese quien pueda: una historia de la
especulación financiera. Por Edward Chancellor
A quién
le interese información sobre los personajes citados:
http://es.wikipedia.org/wiki/Michael_Rostovtzeff
http://es.wikipedia.org/wiki/Cicer%C3%B3n
http://es.wikipedia.org/wiki/Polibio
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